Qatar 1995: hace 30 años, los pibes de Pekerman se coronaban campeones en el desierto
Con jugadores como Leonardo Biagini, Francisco Guerrero, Sebastián Pena, Walter Coyette y Juan Pablo Sorín, Argentina lograba su segundo título mundial Sub 20 y sentaba las bases de un proceso exitoso para el fútbol argentino.
Meses después de haber sido designado para encabezar un proceso de cambio en los equipos juveniles de la AFA, José Néstor Pekerman lograba el primer título de su exitosa gestión. Hace 30 años, Argentina se coronaba campeón en el Mundial Sub 20 que se disputó en Qatar, dando inicio a un ciclo exitoso bajo el cual el fútbol argentino obtendría otros cinco títulos máximos en la categoría y formaría a grandes jugadores.
A mediados de 1994, tras la eliminación del Mundial de Estados Unidos, el presidente de la AFA, Julio Grondona, decidió realizar un concurso para designar a un cuerpo técnico que tomara la conducción de todos los planteles juveniles, con independencia de lo que sucediera con el representativo de la mayor que entonces dirigía Daniel Passarela.
Hasta ese entonces, se estilaba que quien era designado al frente de la Selección Mayor designará a los entrenadores de las juveniles. Así lo hicieron César Luis Menotti, Carlos Salvador Bilardo y Alfio Basile. Pero una experiencia desafortunada y una dura sanción disciplinaria, determinaron la elección de otro camino.
En junio de 1991, se disputó el Mundial Sub 20 en Portugal y Argentina concurrió con un equipo dirigido por Reinaldo Merlo. Aquella fue una participación fallida desde lo deportivo que terminó en un escándalo.
En un partido con los locales que terminó con una derrota por 3 a 0, Argentina cayó en un desborde y sufrió tres expulsiones. La situación más grave la protagonizó el delantero marplatense Juan Esnaider (quien había sido contratado por el Real Madrid) le tiró un cabezazo al referí tras ver la tarjeta roja.
La FIFA tomó cartas en el asunto, y pese a la encumbrada posición que Grondona ocupaba en la entidad no se pudo evitar una dura sanción: Argentina quedó eliminada del Sudamericano y del Mundial Sub 20 1993 que debía disputarse en Australia. Se imponía la necesidad de un cambio de formas, procederes y juego.
Una designación inesperada
Hubo varios candidatos y proyectos que se presentaron a ese concurso organizado por la AFA, que necesitaba volver a las competencias internacionales de la categoría Sub 20 de forma remozada y ordenada. No se trataba sólo de un cambio futbolístico. José Néstor Pekerman, un entrenador desconocido que había trabajado en las divisiones inferiores de Argentinos Juniors y Colo Colo de Chile.
La propuesta convenció a la dirigencia de la calle Viamonte y Pekerman quedó al frente de un cuerpo técnico junto con Hugo Tocalli y el profesor Gerardo Salorio como preparador físico, entre otros colaboradores.
Tras unos meses de trabajo, se designó un plantel y se viajó a Bolivia para disputar el Sudamericano de 1995. La anticipación tuvo que ver con la adaptación a la altura que necesitaban los jugadores. Joaquín Irigoytía, Gastón Pezzuti, Sebastián Pena, Federico Domínguez, Gustavo Lombardi, Juan Pablo Sorín, Ariel Ibagaza, Andrés Garrone, Julio Bayón, Walter Coyette y Leonardo Biagini eran algunos de los futbolistas convocados.
El 10 de enero, Argentina salió a la cancha y derrotó a Perú por 2 a 0. Luego siguieron victorias ante Ecuador, Venezuela y un empate frente a los locales. En la fase final, el equipo volvió a derrotar a Ecuador y se impuso a Chile, pero cayó ante Brasil en el partido decisivo y terminó su participación como subcampeón.
Se logró el objetivo de clasificar nuevamente a un Mundial y además, los jugadores fueron un ejemplo de fair play a lo largo de todo el campeonato, algo que distinguiría a todos los equipos que Pekerman iba a dirigir a lo largo de su gestión.
El camino hacia el título
La última vez que Argentina había ganado un Mundial Sub 20 había sido en 1979 en Japón bajo la dirección técnica de Menotti y con las actuaciones destacadas que cumplieron Diego Maradona, Ramón Díaz, Juan Barbas y Gabriel Calderón, entre las figuras más destacadas. Los pibes de Pekerman llegaron entonces a Qatar con la ilusión de conseguir una segunda estrella en la categoría.
El 13 de abril, Argentina debutó ante Países Bajos y logró un ajustado triunfo con un gol de Andrés Garrone en el minuto ’90. Luego llegaría una caída por 1 a 0 ante Portugal, y se logró la clasificación con una victoria contundente ante Honduras por 4 a 2, con un gol de Ibagaza y tres tantos convertidos por Pena.
Clasificado como segundo en el grupo C, Argentina debió enfrentar en los cuartos de final a Camerún, que venía invicto. Pero con una con una combinación de buen juego y contundencia, los pibes superaron por 2 a 0 a los africanos con goles de Guerrero y Coyette.
En la semifinal se venía un duro escollo: España, que había ganado todos los partidos con un juego de alto vuelo. Era el candidato máximo a obtener el título.
El desafío de los pibes era doble. Ganarle a España y jugar la final con Brasil para vengar la derrota que habían padecido en Bolivia.
El 25 de abril, los equipos de Argentina y España salieron a la cancha del estadio Khalifa de Doha, y para sorpresa de muchos, los pibes de la albiceleste doblegaron por 3 a 0 a los europeos con tantos de Biagini, Coyette y Raúl Chaparro. Argentina volvía a jugar una final de un Mundial Sub 20, la última vez había sido en México 1983, donde cayó por 1 a 0 justamente ante Brasil.
Tres días más tarde, en el mismo escenario, el Estadio Khalifa, Argentina jugaba la final ante Brasil. Con un gol de Biagini y Guerrro, el equipo de Pekerman lograba la consagración con el estilo que había exhibido a lo largo de toda la competencia: buen juego y contundencia.
Luego vendrían los títulos de Malasia (1997); Argentina (2001), bajo la conducción de Pekerman. En 2005 Francisco Ferraro, que había trabajado en el cuerpo técnico que encabezó José, tomó la posta y condujo a un equipo que se consagró en Holanda, con jugadores como Lionel Messi y Sergio Agûero. Dos años después, Tocalli asumiría al frente de la Sub 20 y obtendría el sexto palmarés de Argentina en la categoría en el mundial de Canadá.
Hace 30 años, Pekerman y su cuerpo técnico sentaban las bases del proceso más exitoso del fútbol juvenil de Argentina.
Años después, también en Qatar, Lionel Scaloni, un exjugador que había sido parte de esas selecciones de José, conducía técnicamente al equipo que alcanzaba la tercera estrella mundialista para la selección albiceleste que capitaneó Messi.
Una parábola casi perfecta iniciada tres décadas antes por unos pibes que en las arenas del desierto supieron rendir un homenaje al viejo y querido fútbol argentino.
