Superclásico: las cinco certezas que dejó la victoria ante Boca
El gran triunfo en el Monumental le ofrece al "Muñeco" Gallardo una serie de claves de cara a un mayo cargado de definiciones. Se vienen los mano a mano del Torneo Apertura y la clasificación para la fase final de la Copa Libertadores
River ya venía levantando su nivel, lo que podía leerse como un dato positivo, pero la victoria frente a Boca, en especial por el nivel de juego del primer tiempo, significó un espaldarazo que verifica cinco claves de cara a lo que se viene en el plano local e internacional.
La base está. Desde el partido contra Universitario en Perú que Gallardo tomó la decisión de jugar de un modo y con pocos retoques de nombres. El 4-3-3 ya está fijo en especial con el tridente ofensivo Mastantuono-Driussi-Colidio, con un volante central y dos internos (Enzo Pérez y Castaño son indiscutibles), con los laterales altos y los centrales defendiendo cerca de la zona media con el 5 metido entre los dos.
Este dibujo no cambió en los partidos posteriores a aquel triunfo frente a los peruanos, incluso contra Sarmiento cuando hubo rotación. A pesar de que en varios partidos no obtuvo los resultados esperados, Gallardo nunca dejó de sostener que le gustaba el funcionamiento y que ya iban a llegar los goles.
Apareció Marcos Acuña. El Huevo ya había jugado unos minutos en el clásico del año pasado en la Bombonera y jugó ayer como una final, al punto que por momentos estuvo pasado de revoluciones y el mismo Matías Biscay entró en el final del primer tiempo para calmarlo.
El lateral necesitaba un gran partido. Lo tuvo contra Boca, siendo el Acuña que el hincha vio tantas veces en la Selección. Su rosca de zurda en el centro del gol de Driussi, sus constantes proyecciones ofensivas y el buen retroceso le dieron una jornada de aplausos. Le hizo muy bien el descanso y no viajar a Ecuador.
Pero se desgarró Gonzalo Montiel: el otro lateral sufrió un desgarro grado 1 en el bíceps femoral derecho que le demandará más de dos semanas de recuperación, según se confirmó oficialmente este lunes por la noche.
Mastantuono consagrado. Ya no quedan elogios para el pibe que se convirtió en el jugador más jóven de River en hacer un gol en el Superclásico, luego de haber sido también el más chico en debutar el año pasado en un partido de esta magnitud.
El despegue de Driussi. Con tres goles en los últimos tres partidos y su eterna costumbre de hacerle goles a Boca, es otro de los valores que marcan tendencia futura. Gallardo lo estuvo esperando todo este tiempo y siempre confió que iba a jugar como lo viene haciendo en los últimos partidos. Un falso 9, estilo el Julián Alvarez de 2021, sin referencia de marca y apareciendo por los costados, para que lleguen al área los otros puntas o los volantes de frente.
La vigencia de Armani. El Pulpo mantiene su nivel y fue el único que no necesitó hoja de ruta este años cuando el funcionamiento no era bueno. Es más, si River llegó a este momento cercano al gusto del DT, fue porque Armani nunca bajó el nivel. Tras aquel error contra Platense, conservó el arco en cero en 12 de los 19 partidos que jugó a pesar de los problemas defensivos del equipo.
